jueves, enero 12, 2023

"Calle de la Campana" y "La Cruz Verde"



LEYENDA: LA CRUZ VERDE

«Una vez recuperado de sus heridas, el bueno de Pedro, artesano de profesión y novio de la infortunada, visitaba a diario al padre de la chica para llorar juntos al pie de la cruz»

FICHA TÉCNICA

  • Nombre de la Leyenda: La Cruz Verde.

  • Siglo de la Leyenda:

  • Lugar de la Leyenda: Plaza de la Cruz Verde.

  • Ciudad: Toledo.

  • Autor de la versión: Santiago Galiano.

  • Coordenadas GPS: Travesía de la Cruz Verde. Latitud. 39o 51ʹ 17» N. Longitud. 4o 01ʹ 15» W.

    LEYENDA

    Un mal día, con motivo de una sangrienta reyerta entre cristianos viejos y conversos en el Alcaná, o barrio comercial que tenían los hebreos en el lugar que hoy ocupan los claustros de la Catedral de Toledo, un joven cristiano cayo gravemente herido y a duras penas pudo llegar a casa de su novia, situada en la Plaza de la Cruz Verde.

    Como sería de fuerte el espanto sentido por ver a su amado en tan lastimoso estado, que al instante cayó muerta. Una vez recuperado de sus heridas, el bueno de Pedro, artesano de profesión y novio de la infortunada, visitaba a diario al padre de la chica para llorar juntos al pie de la cruz.

    Aquel torrente de lagrimas, acabaría convirtiéndose en el riego milagroso que hizo crecer la verde vegetación.





LEYENDA: LA CALLE DE LA CAMPANA

«La revuelta parecía que pronto tendría su inicio, ya que todo estaba preparado. Un grupo con bastantes hombres portando armas y el valor necesario para llevar a cabo tales fines no era suficiente»

FICHA TÉCNICA

  • Nombre de la Leyenda: La Calle de la Campana.

  • Siglo de la Leyenda: Siglos XVI.

  • Lugar de la Leyenda: Calle de la Campana.

  • Ciudad: Toledo.

  • Autor de la versión: Toledodesconocido. 


    LEYENDA

    Un día de esos de intenso calor de la Imperial Ciudad, en agosto del año 1520, un grupo de nobles reunidos buscando el fresco de los Claustros de la Catedral de Toledo no paraban de cuchichear entre ellos y de dar cuenta de que algo estaban tramando.

    No era otra cosa, que intentar reunir las suficientes armas para alzarse en rebelión contra el emperador, «que intentaba posponer los planes de los castellanos».

    La revuelta parecía que pronto tendría su inicio, ya que todo estaba preparado. Un grupo con bastantes hombres portando armas y el valor necesario para llevar a cabo tales fines no era suficiente.

    Se necesitaban cañones para combatir contra el rey Carlos I (hijo de Juana la Loca y de Felipe el Hermoso) que custodiaban la entrada de la ciudad. Con la idea fija de continuar con la revuelta, el cabecilla se encaminó, con otros tantos, hacia la Iglesia de San Lucas y la Iglesia de Santo Tomé, para descolgar las campanas y con ellas hacer los cañones que necesitaban.

    «La Empresa es Justa» dijo el que encabezaba el grupo en lo alto de la torre al intentar descolgar la pesada campana. En ese instante la mayor de ellas se vino abajo y calló desde la alta torre al inicio de la calle, desde ese día, se la conoce a esta calle por el nombre de La Calle de la Campana.




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