jueves, diciembre 15, 2022

El juicio Divino

 LEYENDA: EL JUICIO DIVINO 

«La célebre frase: «Allá van leyes, donde quieren reyes», proviene precisamente del disgusto que la citada decisión real causo a un pueblo que hubiera preferido la implantación nacional de sus particulares y tradicionales prácticas religiosas» 

 

FICHA TÉCNICA 

  • Nombre de la Leyenda: El Juicio Divino. 

  • Lugar de la Leyenda: Plaza de Zocodover. 

  • Ciudad: Toledo. 

  • Autor de la versión: Santiago Galiano. 

  

LEYENDA 

La Plaza de Zocodover, el lugar de toda clase de celebraciones, colmada con una muchedumbre de toledanos ricos y pobres, hembras y varones, viejos y jóvenes… toda la población cristiana acompañada de no pocos hebreos y moriscos como curiosos espectadores, se había preparado para la celebración del juicio divino. 

Los dos grandes misales, el romano y el gótico, serían arrojados a una gran hoguera a fin de conocer la sentencia del cielo; el libro que se salvase de las llamas sería el que habría de fijar el rito a seguir en la Iglesia toledana. 

¿Qué pasó cuando los dos libros fueron arrojados al fuego por orden del rey allí presente?… 

Que el misal mozárabe salió despedido de la hoguera a la velocidad del rayo y el romano ardió hasta quedar hecho cenizas. Desde entonces (1.086) la misa en rito hispano-godo se sigue celebrando en Toledo, y solo en Toledo debido al privilegio concedido por El Vaticano, lo que viene a ser como una traducción de la fogata de La Plaza de Zocodover, ya que poco después el mismo Alfonso VI tuvo que decretar la abolición del rito gótico en el resto de su reino con el fin de armonizar una vez más las relaciones político religiosas. 

La célebre frase: «Allá van leyes, donde quieren reyes», proviene precisamente del disgusto que la citada decisión real causo a un pueblo que hubiera preferido la implantación nacional de sus particulares y tradicionales prácticas religiosas. La frase, como se puede apreciar, es una especie de mezcolanza hecha a base de unas gotas de irónica crítica política y un torrente de sentimiento y fe religioso. 

Galiana

 LEYENDA DE GALIANA 

«Alojado en el Castillo de Galiana como invitado de Galafre, Carlos no tardó en chiflarse por la princesa, de la que, a su vez, estaba locamente enamorado un caballero moro, jefazo en la vecina Guadalajara» 

 

FICHA TÉCNICA 

  • Nombre de la Leyenda: Leyenda de Galiana. 

  • Siglo de la Leyenda: Siglo IX. 

  • Lugar de la Leyenda: Castillo Palacio de Galiana. 

  • Ciudad: Toledo. 

  • Autor de la versión: Santiago Galiano. 

  

LEYENDA 

Se cuenta que un príncipe francés, llamado Carlos, había venido a Toledo en misión diplomática. Alojado en el Castillo de Galiana como invitado de Galafre, Carlos no tardó en chiflarse por la princesa, de la que, a su vez, estaba locamente enamorado un caballero moro, jefazo en la vecina Guadalajara. 

No hubo más remedio que acudir al duelo. Carlos retó a su rival y el galo recogió el guante, y Galafre autorizó el torneo que tendría como protagonistas a los dos caballeros y cuyo preciado premio consistiría en la mano de la guapa princesas la que, por su parte, se había enamorado de Carlos. 

La lucha termina con la victoria del cristiano y la Princesa Galiana, rebosante de felicidad, partió para la Francia donde reinó al lado de su regio esposo Carlos el Grande, más conocido por Carlomagno. 
 



jueves, diciembre 01, 2022

Leyenda del Arroyo de la Degollada

LEYENDA DEL ARROYO DE LA DEGOLLADA

 

«Zahira era su nombre, quinceañera e hija de un poderoso hacendado musulmán, y por añadidura dueña de un par de ojos morunos, de esos que según es fama, hacen arder a las mismas piedras»

 

FICHA TÉCNICA

·       Nombre de la Leyenda: Leyenda Arroyo de la Degollada.

·       Siglo de la Leyenda: Siglo XI.

·       Ciudad: Toledo.

·       Autor de la versión: Santiago Galiano.

 ¿Dónde se encuentra esta placa? ¿Te animas a encontrarla este fin de sema?



LEYENDA


Ahora regresemos a aquel victorioso 25 de Mayo de 1.085… Cuando Alfonso VI continuaba su triunfal desfile en medio del entusiasmo de la población cristiana, ya en las proximidades del palacio, en la misma subida del Alcázar de Toledo, un apuesto caballero de la comitiva real, de nombre Rodrigo, cruzó sus ojos con los de una linda joven que curioseaba a través de un bien decorado ajimez (ventana o balcón saliente cerrado con celosías).

Zahira era su nombre, quinceañera e hija de un poderoso y rico musulmán, y por añadidura dueña de un par de ojos morunos, de esos que según es fama, hacen arder a las mismas piedras.

Don Rodrigo y Zahira se enamoraron tan perdidamente que no dudaron en escapar, ya que una unión matrimonial entre las dos religiones era cosa impensable por estar prohibida.

En la madrugada de aquel aciago día, cuando la joven pareja subía al caballo de Don Rodrigo y partió hacía la felicidad, justo en las afueras de Toledo tuvo la desgracia de cruzarse con dos jinetes musulmanes, quienes, por la amistad que les unía con el padre de Zahira, reconocieron de inmediato a aquella enamorada que escapaba con un desconocido…

Ya os podéis figurar lo que sucedería a continuación. Don Rodrigo que espolea a su caballo, los moros tras ellos también a galope tendido y… ¡zas! un golpe de sable hizo rodar la cabeza de Zahira tiñendo de rojo las aguas de un arroyo que desde entonces, se conocerá como el Arroyo de la Degollada.

leyenda del arroyo de la degollada toledo